2025-11-18
No cabe duda que descansar, y tener que pausar todo por un resfrío, hace que tu imaginación se eche a volar.
No es muy atractivo leer cosas malas en un medio donde esperamos que nos inspiren, que nos llenen de buenos deseos, así que toma la entrada con esos granos de sal. No me sentía en mi mejor momento aunque quiero salir adelante y estoy ejercitando la paciencia.
En estos días he pensado un montón de cosas, muchas de ellas relacionadas con lo que me gusta hacer.
De entrada, escribir. Cuando tu voz no funciona, es una buena alternativa escribir un poco. Es de mis formas favoritas de comunicarme quizás por mi lado introvertido e intelectual, aunque veo que no es lo más popular empezando con mi familia, y no se diga en un medio digital de videos.
Sigo con la espina de escribir varios libros, y en estos días me puse a reflexionar y a actuar sobre no terminar de escribir los libros que empiezo.
También he pesado en escribir en redes, por ejemplo Mastodon, lo que era Twitter, o cosas hipster como Twtxt. Incluso entré un rato a Facebook, que me recuerda que hace ciertos años, 5, 10, 15, tenia conversaciones de todo tipo con personas que ya no veo.
No cabe duda de que las personas que te rodean influencian lo que haces y lo que piensan. De todo ello la constante ha sido mi familia. Gente y conocidos van y vienen, aunque mi familia de origen, y además mi esposa, siguen eligiendo que esté cerca de ellos. Vino mi hermano de visita, y fue evidente que no tenemos tanta conexión, aunque la relación por ahí está.
Curiosamente con la familia no comparto esta vida digital, o el gusto por otras cosas que se han convertido más en mi profesión, como el desarrollo de tecnología o de entretenimiento. No creo que lean este blog, aunque sí usan las redes principales (Facebook, Instagram, WhatsApp) en las que cada vez publico menos.
A mis familiares les veo en persona, o incluso hablo con ellos por teléfono. Extraño un poco esa cercanía con otra gente qué siento que la pandemia del 2020 rompió, y la verdad no me he recuperado. Desde esos años cada vez veo a menos personas que no sean por algún vínculo profesional.
Eso me lleva a otras ideas. He envejecido y perdí cierta energía a probar cosas nuevas, a conocer otra gente, a desafiarme por el puro gusto. Me he ido a un camino más seguro que va con mi personalidad, aunque tampoco me encanta estancarme.
Y como he platicado en otros textos, me interesa saber en qué enfocarme en los siguientes años.
Cada vez veo más necesario prepararme para un retiro profesional, lo que en este país esta requiriendo una gran cantidad de recursos. Entonces me cuestiono cuánta riqueza necesito hoy para poder mantener mi nivel de vida.
No estoy peleado con el concepto de "riqueza" aunque debo definir bien cómo: En relaciones, en ideas, en libertad de tiempo. Eso sí, tengo el requisito de que sea de forma ética... Y el dinero es una causa de dilemas éticos. No dire qué el poder y dinero es la raíz del mal, aunque sí saca el lado vulnerable de la gente.
Y eso me lleva al balance entre la vida productiva y la recreativa. He escrito mucho sobre ello y aún no encuentro el balance qué me gustaría.
Me siento en buen momento en el trabajo, algo que había descuidado quizás en los últimos 5 o 10 años. Estoy en un nuevo ambiente desafiante, en el que aprendo mucho todos los días.
A cambio ahora mi vida recreativa se inclinó a que me queda poco tiempo y energía para mi lado creativo e intelectual.
No es mucha queja, supongo que así va cambiando la vida con las circunstancias y nos toca actuar.
Me dice mi esposa que soy particular, que conoce a pocas personas como yo. Imagino que hay más personas con una personalidad similar, aunque me gustaría encontrarlas. A veces siento que no encajo mucho, aunque eso no me hace sentir tan mal.
Así que a seguir recuperándome de salud, que aún hay muchas cosas por vivir.
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EOT
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