Adrián Perales - Crisis de Identidad
Platiqué recientemente en el podcast
sobre la parte curiosa de la identidad, de ser.
Tenemos un "soy en lo que trabajo", "soy lo que tengo" , "soy lo que hago". Orientado al tener (tengo un título universitario, tengo hijos, una pareja), al hacer (escribo, ayudo a la gente, voy a la iglesia, grabo podcast), al pertenecer (soy miembro de esta comunidad, pertenezco a esta empresa).
Y se nos olvida el ser por el hecho de ser. "Soy lo que soy", "Ya no soy lo que era".
Entonces cuando dejamos de tener, dejamos de hacer, dejamos de pertenecer, o simplemente cambian nuestras prioridades, es normal sentirnos sin identidad. Perdemos el sentido al paso del tiempo y a nuestras acciones.
Me pasó recientemente en una reunión del trabajo, donde me sentía completamente ajeno a lo que ocurría. Anécdotas en las que no participé, borracheras en las que no estuve. Me pregunto ¿qué hago trabajando aquí?
Luego, como profesor, es doloroso que aunque me gusta, frecuentemente el estudiante no quiere estar ahí, hay rituales y procesos que se 'deben cumplir'. Entonces me pregunto, ¿valdrá la pena seguir dando clases?, ¿es un buen uso de mi tiempo profesional?. Luego me llega un cheque que me sabe agridulce, por ser algo que sabes que podría ser mejor, aunque está 'bien'. Hay alguien que paga por lo que haces, por un sistema escolar que más o menos funciona, y que se hace más por obligación que por voluntad e intención.
He platicado recientemente con mi esposa del sinsentido del trabajo. Desde los que lo hacen como lo más importante de su vida, como en el otro extremo que lo ven como un mal necesario para poder sobrevivir.
No puedo hablar por los que ya pasaron esa etapa, aunque puedo ver a través de otros que estas 'crísis' cada 10 años son normales, y hasta esperadas:
The Age 30 Crisis and Seasons of a Man's Life
Volviendo al ser, a la identidad, recuerdo en la preparatoria una historia algo así:
Una persona muere y antes de entrar al más allá, le preguntan: - ¿Quién eres? Y responde: - Soy Fulano - Te pregunté quién eres, no tu nombre - Soy alfarero - Te pregunté quién eres, no tu profesión - Soy hijo de Filemón y Filemona - Te pregunté quién eres, no tu familia - Soy una buena persona - Te pregunté quién eres, no cómo eres Y así intenta muchas respuestas, aunque ninguna logra responder, quién es, quién fue durante su vida... Entonces lo reviven para que la persona pueda descubrir quién es.
En su momento no entendí la historia, pues el camino estaba muy marcado. Era un estudiante, que pertenecía a una ciudad, a una familia, a unas expectativas sociales.
Ahora, algunos años después, esta situación me resuena mucho.
Ya no estoy siguiendo el camino trazado, se abrió una gran cantidad de opciones y elecciones. En algunas camino solo, en otras voy acompañado.
¿Quién soy?... ¿Quién soy ante la persona que lee esto?, ¿Ante mi familia y amigos?, ¿Ante personas con las que coexisto? ¿Ante mí mismo?
Y una vez que estamos conscientes de quiénes somos, seguiría ¿quién quiero ser?. Esta es la más dolorosa, pues a veces no podemos ser aquello a lo que aspiramos, y llegamos a apariencias que tarde o temprano se terminan. O aceptamos que no somos lo que queremos, y nos llega la incertidumbre de cómo cambiar, o hacia donde intentarlo.
Eso sí, saber quienes somos, aceptarnos por lo que somos y hemos sido, y querer cambiar para ser alguien 'mejor', es bastante sano. Vale la pena intentarlo.
EOT
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